En sangre se suele detectar el mercurio orgánico, ya que el inorgánico desaparece rápidamente al movilizarse hacia otros órganos.
En la orina, podemos encontrar el elemental e inorgánico. Mientras que en cabello podemos apreciar la exposición al mercurio orgánico de varios meses atrás.
La presencia de mercurio en la analítica de intoxicación por mercurio, que se detecta hay que valorarla junto con el estado general del paciente; ya que la presencia en los fluidos corporales puede interpretarse como que están siendo movilizados hacia su eliminación o almacenamiento.
Es distinta la capacidad de hacer daño o patogénesis del mercurio inorgánico que el orgánico.
La presencia en pelo del mercurio puede indicar solo el almacenamiento intracelular en este tejido y no en el resto del organismo como hígado o cerebro.
Es difícil diferenciar el origen del mercurio al que ha sido expuesto el paciente. Ya que puede provenir de la alimentación, la exposición laboral o medioambiental o a las amalgamas dentales. El test de Melisa nos informa sobre la alergia al mercurio, pero no sobre su nivel de intoxicación en el organismo o el grado de intolerancia a este metal pesado.
Lo realmente importante es evitar las exposiciones que pueden ser evitables, como son las retiradas de las amalgamas dentales (ver más) sin ningún control durante su extracción en las clínicas dentales.
Agradecemos a Don Rafael Galán Soldevilla director técnico de Laboratorios Megalab en Córdoba su inestimable colaboración en este artículo. www.laboratoriosmegalab.com
Recomendaciones sobre analítica al paciente al que se le va a retirar amalgama:
Antes de la retirada: Mercurio total e inorgánico en sangre.
Tras la retirada y pasado un tiempo: Mercurio total e inorgánico en sangre.
Reservar el Test de Melisa a los expuestos y que no tengan amalgama y a los cuadros inespecíficos que no responden a nada.
El análisis del pelo tiene relación con el tiempo en la exposición al mercurio.